lunes, 30 de marzo de 2015

TODOS NECESITAMOS A ALGUIEN CON QUIEN HABLAR DE TODO.

Lo más duro de algunos sentimientos o pensamientos, es compartirlos con otras personas. Pero la realidad es que todos necesitamos alguien con quien hablar de todo. El hecho de compartir lo que sientes o piensas te puede ayudar, tanto cuando se trate de sentimientos agradables como de otros que no sean tan agradables. Es importante tener con quien compartir lo que tenemos para decir, porque compartir tus sentimientos y pensamientos te ayudará a sentirte más liviano y libre.  El tratar de contenerlo todo a veces te lleva a querer explotar, es demasiada presión y te privas de la oportunidad de escucharte tu mismo para ver cómo estás pensando y dónde puedes estar descarrillado.  En los grupos de 12 pasos, dicen que la mente propia es un vecindario donde  andar solo puede ser muy peligroso.  Siempre es bueno tener quien te puede decir si estás pensando bien, o si tus emociones te han distorsionado la realidad.  Además, hablar de cosas profundas con alguien te vincula con la gente que te importa y a quien le importas.  

¿Por qué crees que debemos tener a alguien con quien podamos hablar de todo?
La forma en que nos sentimos por dentro es importante y puede ser muy difícil no tener con quien hablar y expresarle que estás triste, preocupado o enfadado con alguien. Si hablas con alguien a quien le importas de verdad, alguien con quien sientas esa confianza, lo más probable es que empieces a sentirte mejor. Ya no estarás tú solo con tus problemas y preocupaciones. Claro que esto no significa que tus problemas y preocupaciones vayan a desaparecer como por arte de magia, pero por lo menos habrá alguien más que sabrá qué es lo que te preocupa o molesta y que podrá ayudarte a buscar posibles soluciones.

Hay personas que encuentran con quien hablar dentro de la propia familia.  Puede ser que sus parientes son sus mejores amigos.  Sin embargo, es entendible que a veces no quieren compartir algo con ellos porque les puede preocupar o pueden influenciar en sus propias relaciones (Por ejemplo, no es recomendable hablar mal de la pareja con tu mamá. Al rato Uds. Se contentan, pero mamá aún está sentida con ella). En ese caso, puedes buscar a un amigo/a de confianza, o a alguien profesional con quien puedas compartir lo que sientes o piensas.  

A veces no puedes solucionar tú solo todos tus problemas y es importante tener a alguien con quien puedas hablar de todo lo que sientes y pienses. Muchas veces hablar sobre cómo te sientes puede ser el primer paso para cambiar ese malestar dentro tuyo que hará que te sientas mejor y más libre.  Imagínate cómo fuera el mundo si todos cultiváramos cuando menos UNA relación en la pudiéramos contarlo todo.

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