jueves, 9 de abril de 2015

¡Está Descompuesto! ¿Arreglar o descartar?




La semana pasada, nuestro blog trató de la necesidad que tiene cada persona de tener (cuando menos) a alguna persona con la que puede hablar de todo. Sus comentarios en Facebook (https://www.facebook.com/CasaDeCarinaPuntoCom) me hicieron ver que Uds. están de acuerdo de que sería ideal tenerla… pero que se les hace demasiado difícil localizar a esta persona digna de toda su confianza y quien nunca les defraudará. ¡Claro que es difícil! ¡NO! ¡No es difícil, es IMPOSIBLE!


La pregunta mía es, “¿Por qué esta persona tiene que ser 100% leal, casi sin defecto ninguno, siempre disponible e incapaz de hacerte ningún daño para merecer ser tu confidente?”


Pensaba en el pasado cuando nuestros padres o abuelos compraban algo, un televisor por ejemplo, y con el tiempo de usarlo empezaba a fallar. Ellos, con mucha paciencia lo enviaban a arreglar o le hacían ellos mismos esos arreglos medios mágicos para que el televisor continuara funcionando. Jamás pensaban en cambiarlo o desecharlo, al menos que definitivamente el televisor ya no tuviera arreglo. Vivían en una epoca cuando la moda era arreglar las cosas, mejorarlas, y no tirar la toalla sino hasta lo cuando definitivamente ya no había mas nada que hacer.


¿Sucede lo mismo hoy en día? ¿Estamos dispuestos a hacer los arreglos necesarios, o pensamos inmediatamente en reemplazar lo que no nos sirve con algo más moderno y supuestamente mejor? Vivimos en una sociedad que nos enseña día tras a día a desechar lo que ya no funciona como nosotros queremos y exigimos. Vivimos en una cultura egoísta que solo piensa en si misma y no en el otro. Estamos en un momento que no sólo ve así a las cosas materiales, ¡sino también a la gente! Es más fácil desechar a las personas por cualquier diferencia existente, en lugar de trabajar en esas diferencias y tratar de lograr un balance para que la relación crezca y se mantenga más saludablemente.


En tiempos pasados, las relaciones afectivas, sean de amor o de amistad, eran para toda la vida. Cuando existía alguna diferencia, se trabajaba en ello. Se invertía todo lo necesario para que esa relación continuara creciendo y durara para toda la vida.


Pero hoy en día, muchas personas ven las relaciones tan superficialmente que ya no quieren tomar ni el compromiso ni la responsabilidad que implica mantener esas relaciones para siempre. Vivimos desechando amistades, parejas, o cualquier otra relación afectiva que hayamos logrado en la vida. Vivimos buscando la perfección que ni en nosotros mismos existe, sin saber que la perfección la hace cada uno amando y respetando a los demás, y trabajando en esas relaciones afectivas para que duren toda la vida.


Cuando comparamos el significado de amor y amistad en tiempos pasados con el significado de hoy en día, podemos llegar a la conclusión de que el sentido del verdadero amor, de la verdadera amistad, está en gran peligro de extinción. Ya casi no existen relaciones en las que se lucha por salir adelante, vivimos con las expectativas de que los demás piensen y actúen como nosotros, y nos olvidamos de que todos somos diferentes, y siempre van a existir las diferencias. Nos perdemos de la oportunidad de crecer juntos a través de cómo resolvemos los conflictos, superamos las decepciones y sanamos las heridas.


El verdadero amor y la verdadera amistad son capaces de enfrentar las más difíciles circunstancias, saben sostenerse aún cuando no hay fuerzas, saben esperar cuando todo se ha puesto complicado, saben amar aún cuando han cometido errores, y saben perdonar cuando se han fallado. Luchar por las relaciones afectivas, trabajar en ellas, implica rebazar malos entendidos, vivir momentos de alegría con gran emoción, y sentir con gran tristeza aquellos de gran dolor.


Es importante ver que no todo tiene solución, no todo se puede arreglar. No hay que dejar que se abusen de uno, no hay que vivir con violencia de ninguna índole, y las adicciones pueden hacer una relación interpersonal imposible. Pero en la mayoría de nuestros casos, no se trata ni de abuso ni de adicción. Vamos a comprometernos a desarrollar relaciones afectivas, amistades sobretodo, basadas en el compromiso mutuo de arreglar las cosas, no tirar todo y buscar a alguien nuevo.

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